El Papa León XIV pidió paz en el mundo y saludó a las madres en su primera aparición dominical

Este domingo 11 de mayo, desde la clásica ventana del Palacio Apostólico en el Vaticano, el Papa León XIV se asomó por primera vez para dar la tradicional bendición dominical.

A las 12 del mediodía, frente a una Plaza San Pedro colmada, dirigió el rezo del Regina Coeli con un mensaje cargado de esperanza, empatía y llamados urgentes a la paz.

 

Uno de los momentos más emotivos fue cuando pidió por el fin de las guerras: “Nunca más la guerra”, dijo con firmeza. Habló del sufrimiento del pueblo ucraniano y pidió una paz auténtica, justa y duradera. También se refirió a la dramática situación en Gaza, pidiendo un cese al fuego inmediato, ayuda humanitaria urgente para la población civil y la liberación de todos los rehenes.

 

El Papa también celebró con alegría el reciente anuncio de un alto al fuego entre India y Pakistán, destacando la importancia del diálogo y los acuerdos en tiempos de conflicto.

 

Además, León XIV no quiso dejar afuera a los jóvenes, recordando un mensaje que dejó el Papa Francisco: “Hagamos nuestra la invitación que nos dejó el Papa Francisco, para acoger y acompañar a los jóvenes”.

 

Y como no podía faltar, tuvo un momento muy especial para todas las mamás en su día: “Deseo un feliz día a todas las madres, incluyendo a aquellas en el cielo”, expresó visiblemente conmovido.

 

Con palabras simples pero llenas de significado, León XIV dejó en claro que su papado empieza con un fuerte mensaje de unión, solidaridad y amor al prójimo.

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